La viuda Carlos Reutemann visitó a Franco Colapinto en el GP de Brasil

Verónica Ghio tuvo un gesto que conmovió al piloto y al público presente, destacando la herencia del icónico santafesino en el automovilismo argentino.

DEPORTES05 de noviembre de 2024
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Tras la carrera de Brasil y la pérdida de su abuelo, Franco Colapinto tuvo una caricia al alma con el recuerdo a Carlos Alberto Reutemann. La viuda del Lole, Verónica Ghio, se hizo presente en el Gran Premio de San Pablo de Fórmula 1 y le llevó un casco usado por el santafesino en aquella temporada de 1981, cuando f Carlos Alberto Reutemannue subcampeón mundial.
El encuentro fue el sábado en el sector corporativo (también conocido como hospitality) de Williams. Franco tomó el casco y no dejó de mirarlo asombrado por el parecido del diseño que utilizó en esta competencia y en México. Llevar los colores de Reutemann fue un merecido homenaje al recordado ídolo que acaparó la atención de millones de argentinos entre 1971 y principios de 1982.

"Lo conocí a Franco y realmente me sorprendió lo buen chico que es. Muy sencillo, humilde, respetuoso y todo es más allá de que tiene mucho talento", destacó Verónica en diálogo con Infobae. "Nos emocionamos los dos porque él quedó impactado por tener en sus manos el casco de Carlos y yo porque vi el que usó Franco", agregó.

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Después aseguró que le gustó mucho el tributo que Colapinto le rindió a Reutemann y afirma: "Lole hubiese estado orgulloso. Pero no solo por el casco, sino también porque Franco es esa clase de persona que inspira a los jóvenes. Es un ejemplo y su forma de ser es lo que atrapa a todos los chicos que lo siguen".

"Creo que a Carlos también le hubiese gustado conocerlo a Franco. Habría hablado horas y horas con él y le hubiese preguntado mil cosas del Williams", agrega. "Él (Reutemann) era muy obsesivo y todos los días hablaba de automovilismo. Mirábamos las carreras de F1 y se la pasaba comentando. Reconozco que yo no miraba las carreras de autos, pero con Lole no me quedó opción", recordó.

Brasil fue tierra del santafesino ya que supo ganar cuatro veces allí con tres escuderías diferentes: en 1972, lo hizo con Brabham en una competencia sin puntos. Más tarde, ya válido por el Campeonato Mundial de Conductores, los consiguió con Ferrari, en 1977 y 1978; y con Williams, en 1981. Lo hizo tanto en Interlagos como en Jacarepaguá, en Río de Janeiro.

Por el interés de sus carreras y en una chance de consagrarse campeón de forma anticipada en Canadá 1981, Reutemann llegó a obligar a cambiar el horario de un Boca Juniors-River Plate, con figuras de la talla de Diego Maradona, Miguel Brindisi y Hugo Gatti de un lado, y Daniel Passarella, Mario Kempes y Ubaldo Fillol del otro.

Lole hizo que toda la Argentina hable de automovilismo. Los muchachos que siguieron luego de su retiro, Oscar Rubén Larrauri (Eurobrun 1988), Norberto Fontana (Sauber 1997), Esteban Tuero (Minardi 1998) y Gastón Mazzacane (Minardi y Prost 2000 y 2001), hicieron lo que pudieron e igual fueron loables sus presencias porque volvieron a poner al país en el mapa de la F1.

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