La preocupación del mercado está puesta en octubre: no ven avances del Gobierno en el flanco político

El “efecto Bessent” se va diluyendo a medida que los inversores evalúan la situación de la economía y las perspectivas electorales

ECONOMIAHace 1 hora
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El mercado dejó atrás su complacencia con la medida de adelantar exportaciones eliminando temporalmente las retenciones. El objeto de sus dudas es el 26 de octubre: ven pocos movimientos políticos para que el gobierno se imponga.

El efecto Bessent se empezó a diluir el viernes: los datos de la economía de EEUU hicieron que los inversores del exterior vendieran títulos de países emergentes, entre ellos los de Argentina que bajaron hasta más de 4% y elevaron al riesgo país otra vez por sobre los 1.000 puntos básicos. Solo tres días el riesgo país se pudo sostener en tres dígitos.

Los inversores se sintieron sin escudo protector tras las liquidaciones de exportaciones del agro, que permitieron al Gobierno recuperar USD 1.300 millones de reservas, o sea 100 millones más de lo que llevaba comprado en el mercado mayorista para acumular reservas.

La consultora EconViews, de Miguel Kiguel señaló que “lo realmente potente” es el blindaje de los vencimientos de deuda. “Se habló de un préstamo stand-by y de compras de bonos en mercado primario o secundario, aunque esto recién se trabajaría después de las elecciones. En los hechos, todo indica que los compromisos del mandato de Milei quedarían respaldados por el Tesoro de EEUU. La jugada final no pasa por no desembolsar un dólar, sino por generar un shock de confianza o sea bajar el riesgo país”, observó.

Luces de giro

El informe notó señales de un giro. Por un lado, el Tesoro empezó a comprar reservas y con la polémica y desprolija eliminación temporal de retenciones se aseguró una oferta de unos USD 6.300 millones en seis ruedas, buena parte de los cuales van a terminar en sus arcas. Por otro, la política monetaria se volvió más laxa: tras semanas de tasas ridículamente altas, el Gobierno parece buscar algo de oxígeno para una economía que está planchada. La duda es si estos cambios son permanentes o circunstanciales.

Comprar reservas y bajar tasas son medidas consistentes con un dólar más alto
Comprar reservas y bajar tasas son medidas consistentes con un dólar más alto. Pero hasta el momento el Gobierno se empecinó en mantener un tipo de cambio artificialmente bajo para contener la inflación. Según Econviews, “la incógnita es si esto se podrá mantener después del ingreso de los dólares del agro; la sensación es que luego del efecto del blindaje norteamericano y de los dólares del campo las tensiones van a volver a aparecer (...) las bandas de flotación ya no son creíbles y más temprano que tarde será necesario rediseñar el esquema cambiario”.

En este contexto, señaló la consultora, “reintroducir restricciones no es una buena señal cuando el mercado está esperando lo contrario (...) sin un cambio de rumbo en el frente cambiario y sin un programa más consistente, el riesgo es que el shock de confianza se diluya tan rápido como llegó. EEUU puede blindar vencimientos, pero no la credibilidad del programa. Esa tarea sigue siendo, enteramente, argentina”.

Econométrica analizó el proyecto de presupuesto 2026 y observó: “el Gobierno proyecta mantener un superávit base caja para 2026 cercano a 1,5% del PBI. Implica que puede comprar dólares por USD 10.000 millones en el año, magnitud que cubre buena parte de los pagos en dólares que suman USD 14.500 millones en 2026 entre intereses y capital. Pero el BCRA también tiene que acumular reservas, según dicta el acuerdo con el FMI”.

El informe agrega: “cuando el Estado ingrese al mercado de cambios para cumplir sus compromisos externos (deuda y reservas), empujará la demanda de divisas. Se suma que en 2026 empresas podrán comenzar a girar dividendos, luego de 6 años con restricciones (cerca de USD 2.500 millones por año)”. Y advierte: “la economía entró en déficit externo antes de conseguir financiamiento y antes de que el RIGI nutra de dólares el mercado de cambios, haciendo imposible acumular reservas en 2025 o tranquilizar a los mercados mostrando capacidad de pago de la deuda. Después de las elecciones se sabrá el potencial de todas estas variables y la política económica se tendrá que recalibrar con la información que otorguen las urnas al apoyo del modelo económico”.

Liquidaciones y después
FMyA, la consultora de Fernando Marull, señala que del cupo de USD 7.000 millones para la liquidación de exportaciones con retenciones al 0% todavía restan liquidar U$S 4.400 millones; una oferta muy grande, imposible de absorber por el mercado". El costo, prosigue, será una liquidación del agro cercana a cero en las dos semanas previas a las elecciones del 26 de octubre, por lo que el Tesoro o el BCRA tienen que comprar reservas aprovechando la oferta extra (USD 3.000 millones), para ponerle un piso a la cotización del dólar y porque en unas semanas el mercado se va a secar”.

Además, FMyA opina que si bien aún restam el anuncio oficial y los detalles, el apoyo financiero de EEUU es prácticamente un hecho. “El apoyo vendrá en forma de un swap por USD 20.000 millones para el BCRA y la posibilidad de que el Tesoro americano compre deuda soberana Argentina. El apoyo provee un hedge (cobertura) para el oficialismo, que podrá contar con poder de fuego extra en caso de obtener otro resultado negativo en las elecciones de octubre”.

Inflación
La consultora pronostica un 1,9% de inflación en septiembre y recuerda que el oficialismo “todavía debe redoblar esfuerzos para recuperar los votos moderados que perdió respecto de 2023 (hay que ver cómo impacta la baja de las retenciones cero en el votante de Córdoba y Santa Fe). Si bien el panorama luce más favorable en el corto plazo, la incertidumbre electoral y con los gobernadores y el Congreso continúa; por ahora, nada está dicho y el oficialismo no debería cantar victoria sólo por una semana favorable”.

La consultora F2, de Andrés Reschini, cree que tras los anuncios de EEUU “hasta octubre difícilmente vengan más buenas noticias, al menos de ese calibre”. Y agrega: “la incertidumbre política no fue despejada con los anuncios y el Tesoro debe aprovechar esta ventana de liquidación del agro para sumar reservas. Con ese objetivo, el BCRA decidió retroceder en términos de desregulación e hizo universal la prohibición a la venta de divisas en el MEP y/o CCL por 90 días luego de haber accedido al Mercado Libre de Cambios.

     

Se busca así achicar la demanda y hacer más eficiente la cacería oficial en la rueda cambiaria. Pero -advierte F2- “este tipo de medidas nunca son bienvenidas por el mercado y la brecha volvió a ensancharse hasta el 11%, el mayor registro desde la previa a la Fase 3 en abril. El castigo alcanzó a la deuda soberana en moneda extranjera y también a las acciones. El tipo de cambio contado con liquidación (CCL) terminó muy cerca del techo de la banda y el mayorista volvió a retroceder hasta cerrar en 1.326 pesos. Otra señal de incomodidad del mercado es el costo del canje que, si bien no alcanza a superar al promedio histórico, escaló hasta 2,7%, el valor más alto desde mediados de enero”.

Sobre el mercado de futuros, la consultora nota que el retroceso del dólar mayorista y el resultado de la licitación del Tesoro, lograron descomprimir algo de presión. “De todos modos, la señal sigue siendo de cautela para los próximos meses. El interés abierto se incrementó en USD 368 millones en gran medida gracias al aporte de fin de octubre que sumó unos 323,6 millones. Pero el total de las posiciones abiertas en dollar linked entre la licitación del Tesoro y futuros alcanzó nada menos que a USD 3.348 millones, de los cuales el 80% se concentran en octubre/noviembre y alrededor del 90% de esta nueva cobertura fue otorgada por el Tesoro. Así y todo, los sintéticos terminaron con tasas negativas de hasta 26% anualizado en el tramo corto ”lo que marca la inclinación del mercado al posicionamiento en dólar en un horizonte de corto plazo dadas las dudas sobre la continuidad del actual esquema de bandas divergentes”.

Eligiendo bonos
Según Adcap Grupo Financiero “El apoyo decisivo de EEUU estabilizó las condiciones y reposicionó a la Argentina como -palabras de Bessent- “sistémicamente importante”.


En ese contexto, según Adcap, “el mercado debería volver a un sesgo alcista u optimista, ya que los inversores asignarán mayores probabilidades de que el país recupere el acceso al mercado. Adcap recomienda “extender la duración en bonos hard dollar como el Global 2035, para el cual esperamos un retorno del 31%-39% hasta fin de año, superando al 2030 en 14%-19 por ciento”.

En este clima, la semana empieza con inversores cautelosos. El efecto electoral es el centro de los temores. Los inversores prefieren al Gobierno hablando con Macri y los Gobernadores antes que medidas económicas sorpresivas para calmar la posible suba del dólar.

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